Un punto básico que toda empresa debe tener bien asumido es su misión, o el por qué de su existencia. Por eso es importante conocer las tres principales características de una buena misión, estas son: la creación, introducción de una perspectiva que pueda cambiar la vida de los consumidores; la difusión ya que siempre hay una buena historia que mueve a la gente y la realización es la participación de los consumidores. Encontrar una buena idea también es la base de un negocio original e innovador. Precisamente las grandes ideas son las que hacen cambios significativos en las personas que no necesariamente son pioneras. Facebook cambió la forma de organización de la información y tuvo una presencia más amplia en las redes, mientras que Twitter fue pionero en los mini-blogs en 140 caracteres.Los líderes son los que crean un gran impacto, con una pequeña idea. Deben tener su mente abierta y están alertas y tienen voluntad suficiente para emprender muchas acciones de riesgo. Y una buena misión describe el cambio, la transformación y como marcar la diferencia. Una buena historia de marca es un branding cultural, una vez que una marca se identifica con un movimiento cultural, se convierte en una marca cultural. En este mundo horizontal, el poder colectivo es más grande que el poder de cualquier empresa. El empoderamiento de los consumidores es la plataforma donde sus conversaciones son lo que hace a una red de consumo tan poderosa. En las conversaciones, los consumidores animan y califican una marca. Por eso es importante tener una misión y buena historia de nuestra marca, hay que ofrece una misión convincente y marcar la diferencia, para convencer a los consumidores y generar conversaciones auténticas.
En resumen, según Kotler, los tres principios fundamentales de una misión, son: una idea innovadora, una historia relevante y el empoderamiento de las personas a través de su conversación.
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